Ayudar a la gente, para mi, es la mejor sensación que uno puede experimentar.
Uno trata, en mi caso, de que sus palabras tengan importancia para quien las recibe, a veces unos se lo toman a bien y otras puedes llegar a ofender a alguien, pero al menos sabes que lo que dices, transmite sensaciones a los demás.
Y en los casos en los que escribes para alguien, que puede estar psicologicamente mejor o peor, esperas que tus palabras solo ayuden a encontrar una salida a sus problemas. Puedes acabar de dos formas, la primera, que te odien por intentar hacerles creer algo 'inexistente', o la segunda, y mi favorita, es que la historia acabe bien, que de verdad hayas contribuido a la causa, aunque sea con un minúsculo granito de arena, que por pequeño que sea, habrá importado a esa persona, y posteriormente te ayuda a ti también, al sentir que no todo lo que dices es tan malo, y que hay gente que se puede beneficiar de lo que dices.
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