miércoles, 18 de febrero de 2015

No creo que debamos temer a monstruos, criaturas fantásticas diversas o a la propia oscuridad, sinceramente pienso que el individuo más temible es el humano.
Somos los seres más peligrosos, despiadados y mezquinos que este mundo ha abarcado en toda su envergadura, y es que la realidad siempre supera a la ficción. Pienso que nunca hemos sido lo suficientemente maduros como para darnos cuenta de lo crueles que hemos sido a lo largo de nuestra sangrienta historia. Hemos solo la mayor amenaza para nuestra pericia especie y nuestro propio planeta. ¿Por qué tenemos la manía de matarnos los unos a los otros? ¿No somos todos hijos de los mismos padres al fin y al cabo? El día qué seamos conscientes de esto se acabará el oscuro reinado del hombre sobre la Tierra, y de verdad qué espero que se termine muy pronto.

lunes, 9 de febrero de 2015

Después de darle muchas vueltas, he llegado a una reflexión bastante desesperanzadora sobre la realidad de la existencia humana.
Pensar que seremos simplemente un recuerdo en la mente de nuestros seres queridos me hace cuestionarme de verdad si la vida tiene alguna verdadera importancia detrás de todos sus aspectos efímeros.
Por todo esto, he decidido, que si lo anterior es inevitablemente cierto, el "carpe diem" tiene más sentido que nunca, y yo quisiera darle un punto de vista muy personal.
Ya que pocas marcas dejaremos en este mundo al abandonarlo, habrá que intentar dejarlas de la mayor y mejor manera posible.
Lo primero sería ganarnos un hueco en el corazón de aquellos que verdaderamente queramos que nos recuerden, y no en los que nos interesan eventualmente y por razones muy banales.
Lo segundo, sería estar en paz con uno mismo, arreglar todo lo que nos parezca injusto en este mundo, aunque muchas veces sea extremadamente difícil, pero si no luchamos por ello nunca tendremos la oportunidad de conseguirlo.
En vez de ahogarnos en la melancolía y pensar que realmente nada realmente perdura, que solo seremos un nombre en un papel, un antepasado lejano y extraño, una mera foto abandonada en un baúl, hagamos que todas esas cosas tengan un sentido para alguien, y entonces, habremos triunfado eternamente.