lunes, 9 de febrero de 2015

Después de darle muchas vueltas, he llegado a una reflexión bastante desesperanzadora sobre la realidad de la existencia humana.
Pensar que seremos simplemente un recuerdo en la mente de nuestros seres queridos me hace cuestionarme de verdad si la vida tiene alguna verdadera importancia detrás de todos sus aspectos efímeros.
Por todo esto, he decidido, que si lo anterior es inevitablemente cierto, el "carpe diem" tiene más sentido que nunca, y yo quisiera darle un punto de vista muy personal.
Ya que pocas marcas dejaremos en este mundo al abandonarlo, habrá que intentar dejarlas de la mayor y mejor manera posible.
Lo primero sería ganarnos un hueco en el corazón de aquellos que verdaderamente queramos que nos recuerden, y no en los que nos interesan eventualmente y por razones muy banales.
Lo segundo, sería estar en paz con uno mismo, arreglar todo lo que nos parezca injusto en este mundo, aunque muchas veces sea extremadamente difícil, pero si no luchamos por ello nunca tendremos la oportunidad de conseguirlo.
En vez de ahogarnos en la melancolía y pensar que realmente nada realmente perdura, que solo seremos un nombre en un papel, un antepasado lejano y extraño, una mera foto abandonada en un baúl, hagamos que todas esas cosas tengan un sentido para alguien, y entonces, habremos triunfado eternamente.

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