martes, 28 de octubre de 2014

Creo que el peor sentimiento que podemos tener hacia alguien es la decepción.
En mi opinión es mucho peor que nos defrauden a que nos hagan daño o nos hagan sentir mal.
La desilusión es algo devastador, sobretodo cuando viene de parte de alguien en el que habíamos puesto muchas expectativas, en el que habíamos depositado tanta confianza.
Posiblemente nos sentiremos así muchas veces a lo largo de nuestra vida, y no descifro como puede ser tan horrible, al menos para mí.
Quizás sea porque al fin y al cabo, nos enfadamos con nosotros mismos por haber sido tan tontos, y por haber creído de verdad que esas personas eran las adecuadas.
Por otra parte, es verdad que muchas veces es nuestra culpa por tener tantas esperanzas en algo, que quizás no llegasen a ser lógicas.
Después de esto llega el momento de decidir si esa decepción ha sido una cosa puntual, o si de verdad no merece la pena tener a gente así a tu lado, para que te hagan sufrir tanto por un simple hecho, o por una simple circunstancia que nos haya desagradado..
Supongo que estas cosas varían tanto, que nunca podríamos generalizar, hay cosas tan complejas que se escapan de nuestras manos, creo que esta es una de ellas..
Páginas vacías..
Las hojas en blanco producen algo muy contraproducente en mí. Me aterran y me encantan a la vez.
Me asustan mucho porque pienso que nunca conseguiré llenarlas todas, y  me apasionan porque me hacen pensar que tengo mucho más espacio en el que plasmar mis pensamientos.
Creo que mi cuaderno es mi mejor amigo actualmente, desde luego es la terapia más efectiva.
No me había dado cuenta hasta ahora de que llevo usándolo para esto desde pequeña. Ver todos los cuadernos llenos de dibujos y de tonterías me hace muy feliz. Feliz al ver que estoy haciendo, indirectamente, lo que siempre he querido hacer, y siempre me ha gustado.
Aunque la verdad es que cada vez me es más difícil encontrar un tema sobre el que escribir, todo me resulta vanal e irrelevante, y es que tampoco hay muchas cosas en la actualidad que no lo sean.
Seguiré escribiendo chorradas como esta hasta que encuentre algo más original, supongo..

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Todos luchamos por algo en este mundo.
Hay quienes luchan contra personas y derraman sangre, otros que luchan contra si mismos y sus propios sentimientos.
También hay gente gente que lucha cada día por sobrevivir, por comer, por sus derechos, por la aceptación, por superar una enfermedad..
Padres que luchan por sus hijos, hijos que luchan por sus padres, parejas que luchan el uno por el otro, o por los dos a la vez, perros que luchan por sus amos, amigos que luchan por amigos.
Podría decirse que la vida es una lucha constante, y yo estoy de acuerdo, pero si luchamos, al fin y al cabo, siempre es contra alguien. ¿Quién es nuestro contrincante? ¿Quién es el verdadero enemigo?
Pienso que hay millones a lo largo de nuestra vida, pero quizás contra quien más combatamos es contra nosotros mismos, contra nuestra propia mente.
Hay tantas maneras de hacer esto...Quizás solo os lo cuente porque yo estoy en pie de guerra ahora.
Luchar contra otros por ayudar a la gente que nos importa no es fácil, pero a la hora de ayudarnos a nosotros mismos, la cosa se complica, sobretodo cuando ni siquiera estamos seguros de lo que queremos y sentimos.
Puede que un gran paso sea este, afrontarlo.Darse cuenta de que realmente no todo va bien. La aceptación es lo más duro, al menos para mi. La mayoría de las veces simplemente no nos lo creemos, ni queremos hacerlo.Cuesta verse en un lugar que pensábamos que nunca sería el nuestro, y si ya entramos en la parte en la que todo el mundo se ha dado cuenta antes que tu, se hace más cuesta arriba, porque no escuchamos ni queremos aceptar lo que nos dicen, puede que por cabezonería, por orgullo, o simplemente por ignorancia.
Creo que lo mejor es dejarlo estar, darle tiempo al tiempo, solo uno puede poner fin a esta lucha encarnizada, y los demás muchas veces solo la empeoran.
Es de gran ayuda encontrar algo con lo que desahogarnos, algo que nos haga sentir mejor, y para mi, ese algo es esto, escribir lo que te pasa te hace verlo desde otra perspectiva, es cuestión de que vosotros también encontréis la manera de hacerlo, y después seguro que todo mejora, total, no puede ir mucho peor..¿no?

martes, 29 de julio de 2014

Dar tanto por una persona, la que se supone que estaba ahí para nosotros, y que re repente desaparezca, se desvincule de todo lo que tiene que ver contigo y te deje solo, sin explicaciones, sin despedida, sin nada, como un perro abandonado.
Lo peor de todo es que, como buenos perros, leales que somos, esperamos su regreso, lo anhelamos, como si no nos importase ninguna otra cosa, y cuando vemos que se demora, vamos tras ellos, somos buenos chicos en busca de su amo.
Y a pesar de todo esto, de poner todo de nuestra parte, de hacer todo lo posible para mantener algo vivo, esa persona no va a cambiar, no vas a importarle más por un buen discurso, no vas a hacer que recapacite y te diga lo mucho que en verdad te necesita.
No lo va a hacer, porque su orgullo a veces les supera, y aun así lo esperamos, esperamos que todo vuelva a ser como era antes, que todo acabe bien, y a lo mejor no es lo correcto en realidad, a lo mejor no es la persona idónea con quien recorrer el camino, alguien del que nunca hemos recibido nada, y nunca lo haremos. Quizás solo añoremos como eramos con esa persona, como nos hacia sentir, y pensamos que la necesitamos cuando en realidad solo nos necesitamos a nosotros mismos de esa manera.
Ella buscaba un cuento de hadas, y encontró una princesa.
Él añoraba al dueño del zapato de cristal, y encontró al chico que calzaba un 45.
¿Acaso estas historias de amor no son perfectas? ¿Acaso no les podríamos enseñar esto a nuestros hijos?
¿Por que debemos tratarlo como un tema tabú, en vez de reflejarlo como una realidad, la cual es su verdadera etiqueta?
En una sociedad que prejuzga a todos por igual, ¿por qué deben sufrir unos mas que otros? Solo por sentir el sentimiento mas puro e inocente que existe, el amor..
Nos pasamos la vida intentando complacer a las personas que tenemos a nuestro alrededor, día tras día, dando lo mejor de nosotros, ¿para qué?
Para creer que hacemos lo correcto, para intentar apaciguar nuestra propia cólera con sus problemas, y para que un día simplemente desaparezcan de nuestras vidas tan rápido como llegaron.
Siempre está presente la típica frase encantadora que decimos a alguien cuando estamos conociéndole, intentamos que piquen el anzuelo, quizás para no sentirnos solos en un mundo tan hostil.
Intentamos apaciguar nuestra propia cólera, si, pretendiendo arreglar nuestros problemas apartándolos y centrándonos en los de los demás, en su dolor, y en realidad, los dejamos aparte para que sigan aumentando su tamaño, ¿para qué sirve arreglar la vida de los demás cuando la nuestra es un caos?
Creemos ser mejores y estar bien por hacer que otras personas sean felices, y nos olvidamos de nosotros.
También nos merecemos ser felices, también merecemos que nos cuiden, y que nos ayuden.
Al final llega el día en el que nos sentimos vacíos, sin ganas de seguir nuestro camino, sin esperanza.
Debemos darnos cuenta de que nadie nos acompañará siempre, y que non podemos dejar nuestra felicidad a merced de otros, solo tu mismo tienes el poder de elegir como quieres estar, todo depende de tus decisiones.
Solo necesitamos darnos un descanso, salir de esta rutina aplastante y pensar solo por y para nosotros.
Creo que todos deberíamos hacerlo, nos deberíamos dar ese tiempo para hablar con nosotros mismos, para ser personas mejores y más felices, y seguro que así haríamos felices a muchas más personas. A veces hace falta que encontremos a alguien para ello, alguien con quien disfrutemos, y que nos haga ver lo que verdad valemos. Pero solo nosotros somos poseedores de la opción de cambiar, para mejor o para peor, nunca deberíamos cambiar por nada ni por nadie que no sea uno mismo. Deberíamos sentirnos importantes en nuestra propia vida, imprescindibles, independientes y maduros. Deberíamos darnos cuenta de lo buenos que somos, y de lo mejores que podríamos ser, deberíamos aceptarnos y sentirnos bien con nosotros mismos, siempre.

domingo, 6 de julio de 2014

Una de las cosas más importantes para los escritores, en mi opinión, es la inspiración.
Si carecemos de ella es prácticamente imposible que podamos escribir algo decente, así que si, dependemos de ella.
Algunos buscan la inspiración en lugares que les gustan, otros en recuerdos, en personas, hay mil sitios donde encontrarla, pero a veces nos quedamos sin imaginación para pensar cual es el lugar idóneo donde la encontraremos.
En los momentos de sequía, la culpamos de todos nuestros males, pero lo que es de verdad interesante es la capacidad de buscar y rebuscar sin descanso hasta tenerla en nuestras manos.( o en nuestra cabeza)
Puede ser que creamos que ella simplemente viene sola, y a veces es así, pero es fascinante como un escritor encuentra en lo más hondo de su interior algo que sirva de verdad, algo grandioso.
Quien me conozca sabrá que las llamadas 'musas' son un factor importante para mi, pero esta vez he encontrado algo verdaderamente grandioso.Un pozo sin fondo imaginativo en el que podría nadar entre conceptos extraordinarios sobre los que hablar, si fuese material.
A veces cuando menos creemos en nosotros mismos y más bloqueados estamos llega alguien que con tres frases, nos abre los ojos, y eso si que es grandioso para mi.
Al menos ahora en esta búsqueda constante del tema perfecto, yo sé donde encontrarlo.
Por ello, deberíamos pararnos a pensar en todas aquellas pequeñas grandes cosas o personas que ayudaron a que las grandes figuras literarias nos deleitaran con su obra.
Y agradecérselo de corazón, por ser culpables en parte de habernos hecho sentir bien cuando peor estábamos, o de teletransportarnos a un lugar mejor cuando no veíamos la luz al final del túnel.

jueves, 19 de junio de 2014

Creo que todos necesitamos alguna vez huir de la realidad, y no huir físicamente en el sentido de poner tierra por medio.
Si no, distanciarnos emocionalmente, buscando una vía de escape, algo que nos haga estar en un lugar materialmente, pero vivir mundos diferentes en nuestra mente.
Hay gente que se respalda en la bebida, otros en la droga, todos necesitamos un lugar a donde poder huir, yo en cambio, me resguardo en la escritura.
Muchas veces he querido expresar un millón de sentimientos,de ideas, y solamente las he visto reflejadas de verdad cuando las escribía yo personalmente, de mi puño y letra.
La satisfacción personal me llega cuando veo en las hojas de mi cuaderno miles de palabras escritas con tinta, no en un teclado. Pienso que el valor de muchas cosas se pierde actualmente por la tecnología, y en su parte la escritura es una de estas cosas.
Las nuevas generaciones no encontrarán la belleza de un papiro egipcio, ni en una máquina de escribir antigua. Ellos aprenderán ortografía gracias al corrector automático de su móvil, y acortaran sus frases todo lo posible.
Tengo esperanza en que habrá algunos, como yo, que encuentren pasión por las letras, cada una de estas letras, que hábilmente combinadas dan forma a algo que nos hace diferentes a los demás, la lengua.
Que extraña suena tanta idolatración a algo tan básico, que usamos a todas horas, y que necesitamos para muchas cosas a lo largo de nuestra vida, por no decir para prácticamente todo.
Y es que yo, no necesito droga alguna, ni bebida, una pluma y un papel me reconforta más que ninguna de estas cosas. porque la escritura para mí, es como la ambrosía para los dioses del Olimpo, necesaria para vivir, como la sangre que recorre mi cuerpo.

miércoles, 18 de junio de 2014

Allí entre los árboles del bosque, se escondía.
Intentando refugiarse de algo que llegaría inevitablemente.
Hacia varios años ya que decidió retirarse en aquellas tierras, pensando que seria el mejor remedio.
Nunca quiso admitir, que realmente había huido por miedo, miedo a algo que marca un hito relevante en nuestra vida, un hito que nos iguala a todos.
Era comprensible, pasados ya sus 50 años, que estuviese asustada.
Su vida durante este retiro era muy sencilla, a pesar de la edad tenia el ingenio suficiente como para poder sobrevivir allí sola. Su escondite era un tanto peculiar, y hábilmente construido. La gran gruta erigida entre las raíces de los pinos era toda una maravilla arquitectónica, además de que su ubicación le aseguraba una gran protección.
De ella poco había que decir, una señorita de alta cuna, nacida en el seno de una familia importante de Londres. Ella era todo lo que su madre nunca quiso que fuera.
Soltera, había pasado la mayoría de su tiempo estudiando a alguna civilización perdida del sureste asiático, o escribiendo alguna de sus historias de novela policíaca, que trataban de mujeres diferentes al resto, como ella. Y esto nunca fue aprobado por su familia, principalmente por su madre, que lo aborrecía. Tenia un futuro diferente preparado para su niñita, que nunca aceptó casarse con los jóvenes que le proponían una tranquila y aburrida vida entre las élites de la ciudad.
Por todo esto, no tuvo reparo alguno en escapar de la sociedad, que tanto la había criticado, cuando tuvo la oportunidad...

sábado, 31 de mayo de 2014

Depender tanto emocionalmente de una persona es insano.
A veces nuestro estado de ánimo depende solo de la forma de actuar que tiene una persona con nosotros, y nos influye tanto que podemos, posteriormente, realizar algunos actos hacia otras personas, de los que nos podríamos arrepentir. Es decir, podemos incluso menospreciar a otras personas que tenemos a nuestro alrededor solo por esta figura 'superior'.
Es curioso ver como un adolescente puede basar su vida entera en función de si la persona de la que depende actúa de una manera u otra.
En efecto, esto nos hace muy vulnerables, ya que una sola persona puede trastocarnos, e incluso 'cambiarnos' la vida momentáneamente, para bien o para mal. Que una persona consiga alegrarnos o empeorarnos todo un día por una palabra o un gesto, nos hace muy débiles emocionalmente.
Nos convertimos en personas manipulables, a veces adictas al afecto de una persona a la que idolatramos, por la que somos eclipsados.

miércoles, 16 de abril de 2014

Retrato de un amor prohibido.
Había una vez un tiempo, donde el amor era castigado, donde el afecto era perseguido, solo porque dos personas tuviesen un sexo 'parecido'.
Suena tan estúpido así dicho, pero es la cruda realidad, parece que vivimos aun en la Edad Media, y es que esto está a la vuelta de la esquina.
No somos conscientes de la barbarie a la que hacen pasar cada día a dos chicos que son amantes.
Sus argumentos solo son los de dos niños que se dejan llevar por el amor, en cambio, los que les reprimen se aferran a antiguas creencias, dogmas arcaicos que encarcelan los sentimientos, los aislan de cualquier posibilidad de florecer, porque simplemente no era lo usual, nadie habría podido ver antes a dos mujeres besándose por la calle.
Personalmente no creo que se equivoquen cuando en la Tierra hay mas de 80 especies animales que secundan esta práctica. Quizás seamos nosotros los que andan equivocados, ¿Por qué tantos prejuicios, tantas trabas, tanto rechazo? ¿Por qué no dejar que cada uno exprese su amor como quiera y con quien quiera? Mientras no hagan daño a nadie, son libres de expresarse, nadie pide que nos metamos en la cama con ellos, solamente reclaman lo que es suyo, sus derechos, ya que como la mayoría de nosotros, ellos también tienen sus obligaciones.

jueves, 3 de abril de 2014

Esta es la primera poesia que subo, espero que os guste!

    Relojes,aquellos que nos indican la hora.
    Nos dicen si llegamos pronto o tarde.
    Aquellos que dicen que este tiempo no mejora,
    y me avisan para que me resguarde.
    A veces, aunque nadie les entienda,
    por mucho que se les atienda,
    tienen el poder del que todo lo remedia.
    En punto, y media, todas las horas clavadas,
    mientras las personas son ignoradas,
    cual horas ya pasadas.

lunes, 17 de febrero de 2014

Como todas las tardes de estos últimos dos años, ella está ahí.
Tan despampanante como siempre, se dispone a cruzar la calle, para seguidamente subir y quizás llegar a casa, como hacia yo la primera vez que la observé con atención.
Fue para mi un momento mágico, los motores cesaron al unisono cuando ella se disponía a cambiar de acera, con tanta decisión, sin duda alguna algo sorprendente dada su corta edad.
Deduzco que tendría mis años pero parecía mucho más pequeña. Muchas veces intenté cruzarme con ella, buscando una sonrisa, algún gesto, y ella sin embargo nada.
Me pregunto quien será, aquel personaje tan desconocido para mi, al que a su vez, idolatro tanto. Algún día tendré la fuerza suficiente para ir y preguntarle su nombre, pero decirle que la llevo contemplando todo este tiempo sonaría un tanto enfermizo.
Quizás ella también me haya visto, pero yo no destaco tanto como su escuálida figura en un día de lluvia, o cómo en un caluroso día de verano representaba la felicidad general llevando una de sus ceñidas y alegres camisetas color pastel.
Como todas las tardes de estos últimos dos años, ella está ahí, subiendo la calle, la chica con la mochila azul.

Nosotros mismos somos la clave de nuestras propia destrucción.
Y si, sé que suena alocado, pero nosotros mismos somos ese cable blanco unido al rojo, que detona la bomba, y lo mejor de todo es que también somos aquel capaz de desactivarla.
Simplemente, hay veces en las que nosotros cargamos con cantidades de pólvora innecesaria, que lo único que hace es que explotemos aún con mas fuerza.
En muchos casos, esa pólvora son personas que prenden la mecha, la inmensa mayoría con gran importunidad, y  nos hacen enfadarnos por cosas,a las que en cualquier otro momento no daríamos importancia.
Por lo cual ¿de verdad hay gente que merece tanto la pena, a pesar que nos saquen de quicio?
Anteponemos el amor por encima de todo, y a veces no nos salen las cuentas, ojala todo fuera solo una operación matemática, en la que no hubiese otros factores involucrados mas los dos con los que hay que operar, pero desgraciadamente no vemos lo mucho que perdemos, por ganar solo una cosa.
Cada vez mas me cuestiono si de verdad hay alguien ahí afuera, alguien que este hecho para complementarnos de verdad y que no nos defraude.

sábado, 18 de enero de 2014

Somos un barco a la deriva, a veces hay que coger el timón y virar a babor, y otras simplemente quedarnos en una ruta rumbo a estribor hasta que encontremos tempestades.
Ayudar a la gente, para mi, es la mejor sensación que uno puede experimentar.
Uno trata, en mi caso, de que sus palabras tengan importancia para quien las recibe, a veces unos se lo toman a bien y otras puedes llegar a ofender a alguien, pero al menos sabes que lo que dices, transmite sensaciones a los demás.
Y en los casos en los que escribes para alguien, que puede estar psicologicamente mejor o peor, esperas que tus palabras solo ayuden a encontrar una salida a sus problemas. Puedes acabar de dos formas, la primera, que te odien por intentar hacerles creer algo 'inexistente', o la segunda, y mi favorita, es que la historia acabe bien, que de verdad hayas contribuido a la causa, aunque sea con un minúsculo granito de arena, que por pequeño que sea, habrá importado a esa persona, y posteriormente te ayuda a ti también, al sentir que no todo lo que dices es tan malo, y que hay gente que se puede beneficiar de lo que dices.
Me he dado cuenta de algo muy preocupante, manteniendo una conversación normal, con una compañera, salió un tema que me es muy interesante. Ella comentó lo libre que se sentía por haber podido salir de compras y gastarse todo el dinero que ella gustase en inútiles y prescindibles caprichitos.
Con esto yo maticé que eso no se acercaba nada a la libertad, a lo que contestó con una mirada de estupefacción y sorpresa.
Lamentablemente, en esto nos hemos convertido, seres reprimidos que piensan que son libres, cuando están atrapados dentro de una jaula, de la que no sabemos las dimensiones pero si sus limitaciones. Yo soy de esos extraños especímenes que tratan de romper las barreras que nos han asignado sin razón alguna, y afortunadamente hay unos pocos locos más que secundan mi causa, espero que al leer esto alguno de vosotros no me tome por demente y  recapacite sobre esto y piense que un día cualquiera, como hoy, como mañana, podemos nosotros mismos cambiar nuestra vida, sin ayuda de un tiempo o unas circunstancias forzadas, que imponen la evolución de nuestra existencia, en ese momento en el que decidimos en nuestra vida, en el preciso instante en el que tomamos el control de las riendas, es cuando posiblemente una persona sea más libre. No hay que confundirse,elegir qué ropa ponerse, qué comida preparar, o si preferimos café con leche o sin, no es ser libre, lo que nos hacen creer día a día que es la libertad, solo es una tapadera que nos hace creer una realidad inexistente para que, básicamente, ellos puedan controlarnos, para que puedan decidir por nosotros, decisiones que solo nosotros tenemos la potestad para tomar, ya que es solo nuestra, de cada uno de todos nosotros, como individuos únicos y lo suficientemente maduros como para darnos cuenta de las cosas y optar por el camino que mejor creemos sea para nosotros.
Por ello, un día cualquiera como hoy, como mañana, pero no como ayer, porque todo este tiempo pasado, en el que hemos sido presos de nuestra propia ignorancia, ya no hay como cambiarlo, pero el mañana, está por ver y tenemos el derecho de decidir nuestro futuro, de cambiar nuestro presente y de ser libres por fin.

jueves, 16 de enero de 2014

Navidad- La meilleure époque d'anée
La Navidad, adornos, luces, millones de regalos envueltos en bonitos estampados, unos infantiles, otros mas sofisticados..
Pero sobretodo la Navidad se caracteriza por desprender un aura de felicidad a la mayoría de la población, que entusiasmada, recorre las calles y las carreteras del mundo para reencontrarse y reunirse con todos sus familiares y seres queridos.
Pero llega un momento en nuestras vidas, en el que esta festividad, ya no es ese momento del año, que alcanzamos al inicio del invierno con una ilusión que ilumina nuestras caras, un día se pierda esa inocencia y nos remitimos a pasar estos días, dentro de una gran farsa, en la que participamos un mundo entero...